Para mi esposo Carlos, un hombre ejemplar, humilde y servicial. Siempre con una sonrisa en su rostro y un mar de carcajadas que brotaban de su alma. Excelente hijo, esposo padre y amigo. Te fuistes al cielo porque Dios así lo quiso…Aqui en la tierra los que nos quedamos te extrañamos y siempre te llevamos en nuestros pensamientos y nuestros corazones. Gracias por esos hermosos 18 años que compartimos juntos. Fuistes lo mejor de mi vida y te agradezco por esos 2 hermosos hijos que me dejastes. Es triste no escuchar tu voz, tus risas, ver cada ocurrencia con la que salías. Pero me queda el consuelo de que aunque ya no estás siempre vivirás en cada persona a la que le regalastes vida con tu donación. Eres y siempre serás nuestro heroe.